domingo, 11 de marzo de 2007

LA ESCUELA

La Escuela de aquellos años era muy diferente a la escuela de ahora.

Yo fuí una niña rebelde, a la que no le gustaban las normas ni que nadie le dijera que tenia que hacer, pero jamás se me ocurrió dar una mala contestación a un profesor, por la cuenta que me tenia, (bueno ni a mi ni a casi ningún niño de la época), porque te llevabas un sonoro bofetón, o algo que temiamos más, los profesores usaban una regla bastante gorda y como te portaras mal, te daban con ella en los nudillos, y eso sí que dolia de verdad, a mí me dieron una sola vez, estaba en párvulos, tenia sólo 5 añitos, pero eso a los profesores les daba igual, porque la nuestra era mala con ganas, o nos metian en un cuarto que ellos les llamaban de las ratas, que era oscuro y siniestro y allí te dejaban bastante rato, también tuve la mala suerte de ir a parar allí, jamás se me olvidará, hoy en cambio es al contrario, los alumnos pegan e insultan al profesor ¡¡como han cambiado las cosas!!

Yo me acuerdo perfectamente de todos y cada uno de mis profesores, en especial de los de 6º de EGB, uno se llamaba Angel y le llamábamos el loco, porque estábamos tan tranquilos en clase dando Ciencias Naturales, y se volvía de repente y veiamos volar por encima de nuestras cabezas el borrador y a quien le daba pues se jodia, la otra profesora se llamaba Purificación, le gustaba que la llamáramos Puri, y era una cursi de tomo y lomo, se pasaba toda la clase empolvándose su nariz respingona y y tenía la cara tan brillante que parecia que la habían pulido.

Yo intentaba escaparme alguna tarde que otra, cuando nos tocaba matemáticas, porque no las aguantaba (y casualidades de la vida ahora mi profesión está ligada a los números y los cálculos), pero casi siempre me pillaban en la puerta, me agarraban y me metian para dentro, menos una vez que no me vio nadie salir, y me fuí derechita para mi casa, mi madre me preguntó ¿que haces aquí a estas horas? y yo la dije que habían suspendido la clase, cosa que no se creyó ni de coña.

Un recuerdo que tengo de muy pequeñita, estaba en Parvulario cuando murió Franco, saliamos de clase, cuando estaba la calle llena de tanques y militares con sus metralletas, había bullicio y jaleo, aquello no era normal en aquel barrio, y yo, pues no sé que me pensé que eran aquellas máquinas tan grandes que veia, que me puse a llorar como una descosida, ahora recordándolo, no puedo parar de reirme.

Continuará...

LA RADIO DE LA ÉPOCA

Quiero hacer un pequeño homenaje a un medio que en aquellos años nos acompañó y nos entretuvo.

Los programas de radio de antaño, además de informar, estaban dedicados a entretener, por aquel entonces triunfaban las radionovelas, una de las más recordadas y que más éxito obtuvo fué "la Saga de los Porretas" narrava las aventuras del abuelo Segismundo, era una referencia diaria en los desayunos, recuerdo que la emitían sobre las 8:00 de la mañana y que no me iba al colegio hasta haberla escuchado enterita mientras desayunaba junto a mi madre en la cocina una buena taza de cola cao y un delicioso donuts o cuerno de chocolate, la emisión sólo duraba diez minutos que sabian a muy poco, pero empezabas las mañanas con humor y alegría.

Otro de los programas que más recuerdo y que fue muy entrañable fue "El consultorio de Elena Francis" , seguramente muchos de aquella generación os acordareis de él, era un consultorio sobre todo sentimental, aunque también había espacio para los temas de salud y cocina, en la que la gente escribia cartas contando sus problemas y pidiendo consejo a la supuesta Elena Francis, esta leia y contestaba las cartas a través del micrófono todas las tardes sobre las 17:30.

Recuerdo aquellas tardes en que salia disparada del colegio para llegar a mi casa a escuchar el programa, en el cuarto de estar (que por entonces se estilaban mucho) escuchábamos el programa mi madre y yo, mientras ella cosia y yo merendaba un rico bocadillo de Nocilla de dos colores, o de tulipán con chorizo pamplona.

Es una lástima que hoy en día no haya programas como aquellos, que enganchen y entretengan a los radiooyentes y que nos hagan desconectar por un instante de las malas noticias diarias.

Por supuesto en este recuerdo, no pueden faltan los anuncios históricos de la radio, como "el Flan chino Mandarín, el Cola Cao, aceitunas la Española y un largo etc.."

Se debería escuchar más la radio y emitir programas como aquellos, lógicamente adaptados a los años que vivimos, pero sin tanta política y tanta crispación como hay ahora en la programación diaria.

En definitiva, la radio es un recuerdo muy importante de mi niñez y adolescencia.

EL COMIENZO




No sé como empezar, nunca he escrito un diario y por fin hoy me he decidido hacerlo. Sobre todo este blog va dedicado a dos generaciones, la de los 70 y 80.

A lo largo de estas páginas voy a intentar transmitir algunos recuerdos de mi infancia y adolescencia, dar un repaso por lo que fueron aquellas dos maravillosas décadas, de como era la vida entonces y de como ha cambiado a día de hoy. Por supuesto, también comentaré las noticias actuales que me impacten especialmente.

En los años 70 los niños jugábamos en los columpios del parque, las parejas se casaban antes de los 25 años, y se escribian cartas y la ilusión con que las recibíamos, esperando con impaciencia diariamente a que llegara el cartero. Hoy ya casi no hay parques como aquellos, nos casamos pasados los 30 y en vez de cartas, escribimos e-mails y sms.

Entre mis recuerdos de niñez, recuerdo especialmente aquellas maravillosas navidades, a las que dedicaré un apartado muy especial en este blog, aquellos inviernos cubiertos de nieve con la que los niños disfrutábamos especialmente haciendo muñecos de nieve, las tardes de frío en casa escuchando en la Radio " El consultorio de Elena Francis" mientras mamá cosia y yo merendaba, las vacaciones en la playa o en el pueblo con toda la familia (tios, primos...), aquellas sesiones de cine con los amigos...

Eran tiempos de hogares unidos, de niños inocentes, de respeto, de humanidad...

Con este blog es como si regresara a los tiempos de mi niñez, años más felices, más optimistas, estábamos llenos de esperanzas, años en los que aún conociamos los sabores amargos de la vida.

Recuerdos que tengo en mi memoria y que nunca volverán, pero que permanecerán en mi corazón para siempre.

Espero que os guste este blog.